El horno a leña es un aparato muy útil para cualquier cocina tanto particular como profesional. Sus características nos permiten cocinar una gran variedad de productos y recetas. En las cocinas profesionales es imprescindible, ya que es ideal para cocinar una gran cantidad de productos en el menor tiempo posible obteniendo una gran calidad.
Si bien es normal que en las cocinas profesionales los hornos a leña tengan una mayor actividad, debemos tener especial atención en el mantenimiento de todos los hornos, independientemente del uso que se haga. Cuidar de nuestro horno es clave para obtener siempre el mejor rendimiento y alargar la vida de los hornos, por eso, vamos a comentar cómo debemos cuidar los hornos a leña para que estén siempre en perfectas condiciones.
Uso responsable
Hacer un buen uso de nuestro horno de leña es clave para garantizar un funcionamiento óptimo. Para ello, lo primero que debemos tener en cuenta son los pasos que debemos dar una vez hemos instalado el horno y lo vamos a poner en funcionamiento por primera vez. En este sentido, el inicio del calentamiento tiene que ser progresivo, calentando unos 50 grados cada día hasta llegar a una media de unos 250 o 300 grados. Por lo que tardaríamos unos cinco o seis días para que el horno de leña esté en pleno rendimiento. Cuando está seca la obra ya se podrá calentar de forma más rápida.
Además de las indicaciones de inicio del horno de leña, debemos tener en cuenta otros aspectos para hacer un uso correcto del horno. En primer lugar, la leña siempre va al lado contrario del termómetro. Por otra parte, debemos tener el tiro de humos abierto para facilitar la salida del humo y, una vez que queden solo las ascuas, cerraremos el tiro para mantener la temperatura. En caso de que el horno no tenga buena combustión, tendremos que dejar abierta una puerta.
Limpieza
Para mantener el horno de leña impecable debemos ser muy cuidadosos con la limpieza. Después de cada jornada de trabajo se deben limpiar las cenizas con un trapo o gamuza seco oun poco húmedo. Nunca debemos utilizar agua para limpiar el horno, ya que el material refractario se puede dañar.
En cuanto a las cenizas, hay que quitarlas con una pala metálica o rastrillo. Una vez retiradas, es importante tener en cuenta que debemos tirarlas a un cubo de hierro para evitar puedan prender.
Es importante seguir siempre las indicaciones del fabricante, ya que no todos los productos de limpieza que estamos habituados a utilizar en un lugar como es una cocina son compatibles con un horno. Limpiar las diferentes partes del horno nos va a permitir tenerlo siempre en perfectas condiciones.
En la mayoría de los hornos encontramos la posibilidad de desmontar las diferentes partes del horno, lo que permite llegar a todos los rincones con facilidad y aplicar sobre cada elemento la limpieza necesaria.
En general, la limpieza y mantenimiento básico del horno es sencillo y se puede hacer a diario siguiendo las indicaciones del fabricante. Sin embargo, también hay que tener en cuenta la complejidad que pueden tener estos aparatos en cuanto a mecanismo se refiere. Por ello, si el horno presenta algún problema de funcionamiento lo más recomendable es contactar con el fabricante para llevar a cabo una revisión y reparación del horno.
En Hornos Jumaco Maestro somos especialistas en la fabricación de hornos industriales de leña. Contamos con una amplia experiencia en el sector realizando hornos a medida tanto para concinas profesionales como para particulares. Además, contamos con un servicio de mantenimiento y reparación de hornos. Si necesitas reparar tu horno, contacta con nosotros y te ofreceremos un servicio personalizado para dejar el horno en perfectas condiciones.