Para que nuestra barbacoa o parrilla funcione adecuadamente y nos dure muchos años en perfecto estado es fundamental limpiarla correctamente y brindarle una serie de cuidados. Además, estas labores de mantenimiento también son de suma importancia para garantizar nuestra seguridad durante el cocinado.
Por eso, desde Hornos Jumaco Maestro, fabricantes de barbacoas y parrillas, queremos compartir contigo algunos consejos para el cuidado y mantenimiento de tu barbacoa tanto si eres un aficionado como si eres un profesional de la cocina.
¿Cómo debo limpiar mi barbacoa?
El grueso de la limpieza de una barbacoa reside en la parrilla ya que es la parte sobre la que se colocan los alimentos para ser cocinados, y, por tanto, la más susceptible de acumular grasa y suciedad. Y, al mismo tiempo, es también la parte que más limpia debe estar para que no queden impurezas ni restos de alimentos anteriores entre cocinado y cocinado.
Tan importante es la limpieza de la parrilla que no solo debe limpiarse después de haber cocinado en ella sino también durante el cocinado especialmente si vamos a preparar diferentes tipos de alimentos. Por ejemplo, si primero cocinamos carnes y después queremos preparar mariscos o viceversa. Para ello retiraremos cuidadosamente todos los restos de alimentos que se hayan podido quedar pegados a los hierros con la ayuda de un cepillo metálico.
No obstante, aunque la parrilla sea la pieza más importante no debemos olvidarnos de limpiar y revisar el resto del equipo.
Aficionados
Se recomienda que, en el caso de aficionados a la cocina, una vez al año revisen detenidamente todas las piezas y partes móviles de la barbacoa a fin de limpiarlas una a una en profundidad y comprobar que ningún elemento esté desgastado o deteriorado.
Profesionales
En cambio, si eres un profesional de la cocina a la brasa y utilizas tu parrilla todos los días durante horas, la frecuencia con la que debes realizar las labores de mantenimiento aumenta a una vez al mes.
Debes tener en cuenta que las parrillas y hierros de las barbacoas cuando se emplean a nivel profesional, por ejemplo, en restaurantes, están sometidos a temperaturas muy elevadas a diario y por eso requieren de un mantenimiento mensual en lugar de anual.
Por ello, cada mes deberás revisar todas las partes de la barbacoa para comprobar que no exista ningún desperfecto y para engrasar las parrillas y los sistemas de elevación a fin de garantizar el correcto funcionamiento de la barbacoa.
Del mismo modo, una vez a la semana deberás sumergir las parrillas y los hierros en agua junto con un producto desengrasante que dejaremos actual por al menos 6 horas. Con esto conseguiremos poner a punto las parrillas para poder seguir cocinando con ellas.
Tipos de limpieza
Existen dos formas de limpiar nuestra barbacoa: en frío y en caliente. A continuación, te detallamos en qué consiste y cómo se lleva a cabo cada una.
Limpieza en frío
Como su propio nombre indica, esta técnica de limpieza consiste en limpiar nuestra parrilla en frío. Es decir, una vez se ha enfriado tras su uso. Si nos decantamos por esta opción, tendremos que utilizar productos desengrasantes específicos para parrillas, que después aclararemos con abundante agua.
Limpieza en caliente
En cuanto a la limpieza en caliente, es interesante destacar que es muy efectiva y que no requiere del uso de productos desengrasantes. En este caso, la limpieza se realiza antes de comenzar a cocinar y no al terminar.
Para ello simplemente debemos generar un buen fuego cuando encendamos nuestra barbacoa y colocar la parrilla para que se vaya quemando de tal manera que todos los restos de alimentos que pudieran haber quedado de la anterior barbacoa se quemarán.
Después del quemado solo tendremos que pasar el cepillo metálico o un trapo húmedo para terminar de limpiar cualquier resto de suciedad y ¡Vualá! Nuestra parrilla quedará perfecta para volverse a utilizar.
Los 5 imprescindibles
Tanto si eres un cocinero profesional como aficionado hay cinco accesorios imprescindibles para la limpieza y mantenimiento de tu barbacoa que no te pueden faltar. Ya que además de facilitarte en gran medida las labores de mantenimiento contribuirán a conservar tu barbacoa en condiciones óptimas.
- Cepillo: los hay de muchas formas y materiales. No obstante, te recomendamos que consigas uno metálico y de mango largo. La razón de esta elección se debe a que si tiene el mango corto cuando lo utilices para limpiar la parrilla durante el cocinado podrías quemarte. Por otro lado, al ser metálico nos va a permitir limpiar el propio cepillo en caliente bajo las brasas.
- Rascador: es el complemento perfecto al cepillo ya que nos facilitará la limpieza de aquellos restos de alimentos que el cepillo no puede eliminar.
- Limpiador específico para parrillas: aunque es cierto que pueden utilizarse numerosos productos desengrasantes del hogar para eliminar la grasa y restos de alimentos de nuestra parrilla, lo recomendable es utilizar siempre un producto específico.
- Aceite protector de parrilla: estos aceites que se venden en espray y que son muy fáciles de aplicar tienen como misión engrasar la parrilla y evitar que los hierros se oxiden o deterioren.
- Limpiador específico para barbacoas: este líquido limpiador es el mejor aliado para limpiar las zonas esmaltadas de la barbacoa ya que protege el esmalte al tiempo que elimina posibles restos de ceniza y grasa.
En Hornos Jumaco somos especialistas en la fabricación y mantenimiento de barbacoas y parrillas. Si tienes dudas sobre cómo cuidar tu barbacoa no dudes en contactar con nosotros sin compromiso. Nuestro equipo de expertos estará encantado de ayudarte.
Además, si estás pensando en renovar tu barbacoa o parrilla puedes consultar nuestro amplio catálogo. Recuerda que podemos fabricarte la barbacoa a medida para que se adapte a la perfección a tus necesidades
Fuente:
Benayas, J. M., Celada, E., & Hernández, A. (2018). Entre brasas: los secretos de la cocina del fuego. Planeta.